Cuatro delincuentes irrumpieron en la casa de la profesional, quien les entregó sus ahorros y su camioneta. Mientras tanto ella les daba terapia.
Una psicóloga La Plata, provincia de Buenos Aires, sufrió un asalto en su casa el jueves a la noche durante el que terminó por hacerle terapia a uno de los delincuentes que luego se llevaron sus ahorros, su camioneta y algunos objetos de valor.
Eran alrededor de las 23 cuando Adriana, de 60 años, terminaba de comer en su casa de Gonnet, partido de La Plata. En ese momento fue sorprendida por cuatro hombres con las caras cubiertas por pasamontañas y las manos con guantes para no dejar huellas.
Adriana relató al sitio El Día de La Plata que los delincuentes tenían “entre 19 y 20 años” y que entraron a su domicilio rompiendo un ventanal y con una actitud amenazante le informaron que la tenían “estudiada”.
La psicóloga estaba por comenzar una obra en la casa para lo que había separado “entre $ 200.000 y $ 300.000” que se llevaron los ladrones, así como “también algunos dólares”.
Los delincuentes también se llevaron “joyas y otros elementos de oro, un grupo electrógeno que pesa 50 kilos, una Play Station, una pistola y rifle de aire comprimido“, enumeró la víctima, así como también “buena ropa” de su hijo de 27 años, incluidas prendas del club de rugby Los Tilos, de La Plata.
Pero lo más notorio del episodio fue que, una vez pasados los gritos iniciales, la psicóloga inició una conversación con uno de los delincuentes mientras el resto buscaba objetos valiosos hasta en las rejillas de los aires acondicionados.
El muchacho en cuestión llegó a preguntarle cuánto cobraba la hora de terapia. “Uno de ellos, inclusive, me dijo que entonces estaba a su alcance poder pagar por las sesiones en mi consultorio“, comentó la mujer.
“Sólo uno de ellos se mostraba nervioso y sin contemplaciones, porque los tres restantes hablaban bien y no eran violentos”, analizó la psicóloga.
El grupo le pidió indicaciones para tomar la autopista a la salida de la casa y la psicóloga supone que es para despistar a los investigadores policiales encargados de dar con ellos.